Abrazar el proceso (una carta para recordarme que todo florece a su tiempo)

Abrazar el proceso (una carta para recordarme que todo florece a su tiempo)
Marián Guzmán.
Aprenderás —lo prometo— que los procesos no son castigos, sino caminos de transformación.  

A veces te desesperas. 

Quieres que todo suceda rápido, que los frutos aparezcan, que el esfuerzo tenga forma y aplausos. Y cuando no llega, crees que algo estás haciendo mal. 

Pero no. 

No todo florece a la vez. 

Algunas cosas germinan en silencio, en la raíz invisible, en esos días donde nada parece moverse. Ahí también estás creciendo. 

Aprenderás —lo prometo— que los procesos no son castigos, sino caminos de transformación. Que cada caída te afina, cada pausa te enseña ritmo, y cada espera te hace más tú. 

No te apures. 

No estás llegando tarde. 

Estás llegando a ti. 

Abrazar el proceso no significa rendirse, sino confiar. 

Respirar aunque duela. 

Seguir creando aunque nadie mire. 

Y entender que las flores no le temen al invierno: lo usan para fortalecerse. 

Así que cuando sientas que nada avanza, recuerda esto: 

El arte, la vida y el alma se cuecen lento. 

Y tú también eres una obra que todavía se está secando bajo el sol.

Con cariño, 

Tu “yo” que aprendió a soltar el control y bailar con el tiempo.

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