Guerra para el feed: turismo, tragedia y la mentira de la conciencia
Tú crees que Tel Aviv es otro mundo, pero se parece más a Tulum de lo que te atreves a decir.
Israel ha convertido la guerra en un espectáculo con producción de Hollywood.Influencers invitados.Tours por zonas bombardeadas.Contenido emotivo con edición en cámara lenta.Una bomba estalla.Un soldado llora.Tú le das like.¿Es empatía o marketing del trauma?
Imagínate esto:Estás desayunando en Tel Aviv.Hay sol, shakshuka y WiFi.A 80 kilómetros rescatan a una niña de entre los escombros, y eso si bien le va.Pero tú no la ves.Lo que sí ves es la luz perfecta para tu selfie con el caption:✨“La guerra no es la solución”✨¿Neta?
Hay algo profundamente hipócrita en ir a un país que está bombardeando civiles y luego subir stories con filtros de paz.Una mujer con el rostro cubierto de ceniza.Un niño sin piernas.Una familia desaparecida.Tú solo ves “conflicto”, pero no ves genocidio.No lo nombras.Porque nombrarlo sería bajarle el volumen a tu playlist de viaje espiritual.
Y no, no es tan distinto a lo que pasa aquí.Tú crees que Tel Aviv es otro mundo, pero se parece más a Tulum de lo que te atreves a decir.En ambos bailas mientras hay muertos cerca.En ambos se venden “retiros de sanación” sobre tierra llena de dolor.
En Tulum, desaparecen mujeres, hay narco, hay cuerpos en fosas...pero eso no aparece en tus fotos de yoga, en tu bowl vegano ni en tu outfit de lino beige.En Israel, hay bombas, muros, represión, niños bajo ruinas...pero eso no sale en tu carrusel de “viaje espiritual” con voz en off suave.
La violencia no desaparece porque le pongas un filtro cálido.Solo se disfraza.Solo se edita.Solo se ignora desde la comodidad del turista.
Qué conveniente es turistear del lado del muro que tiene aire acondicionado.Donde hay mimosas, brunchs y tours guiados por la tragedia.Qué cínico es subir una paloma blanca en tu feed mientras los drones siguen disparando.
Y lo peor: lo subes con lágrimas de cocodrilo.Lloraste poquito.Y te consuelas posteando un texto tipo:
“No sé cómo expresar lo que vi… solo sé que me cambió para siempre.”Spoiler: no te cambió.Te disoció.
Este tipo de turismo disfrazado de conciencia es puro morbo maquillado.Es ir al infierno a ver si logras una toma decente.Es mirar el horror de cerca no para entenderlo, sino para verte profunda.Más espiritual. Más conectada.Después de llorar en Jerusalén, te vas al rooftop.Y la guerra sigue.
No eres neutral.Estás participando.Y tu silencio disfrazado de paz también es violencia.
Tel Aviv es Tulum con más estrategia de guerra y menos conciencia de clase.En ambos hay fiesta.En ambos hay sangre.Solo cambia quién la ve… y quién la ignora.
Y ojo, yo no digo quién está sufriendo más ni quién menos.Solo quiero dar un ejemplo desde el país donde vivo, que muchos creen que la muerte solo está lejos pero también está cerca.La violencia es violencia. El dolor es dolor.Y el privilegio de mirar hacia otro lado es un lujo que no todos podemos permitirnos.
Así que si vas a viajar donde hay guerra, al menos ten los ovarios de no mentirnos.No digas que fuiste por “conciencia” si solo fuiste por contenido
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